Cuando despertó se dió cuenta de que había perdido la fe. La buscó por todos lados, ya sabes, clásico, la buscó debajo de la cama, en el bote de la ropa sucia, en su mochila, en los cajones del buró, en el clóset y hasta en sus recuerdos. No pudo encontrarla. Pasó todo el día pensando en ella, tratando de recordar cuando fue la última vez que la vió, tratando de recordar sus señas particulares y pensando si sería más efectivo hablar a locatel o poner un anuncio en el periódico;
"Se busca Fe. Señas partículares: maltratada y confundida. No se sabe cuando se le vio por última vez, se fue perdiendo poco a poco. Si la ve favor de comunicarse al..." Nah, no tenía caso. Era mejor esperar que regresara solita, de todas formas no era la primera vez que se perdía. Ya se había perdido en el ´94, en el ´98, en el 2000 y dos veces en el último año, para qué preocuparse, ya regresaría.
Cuando llegó al trabajo no pudo quitarse de la cabeza esa canción (Dile que la quiero, dile que me muero de tanto esperar,que vuelva ya,que las rondas no son buenas,que hacen daño, que dan penay se acaba por llorar...) que había escuchado en la radio del micro así como tampoco pudo quitarse del zapato restos de la caca de perro que pisó al salir de su casa. Pobre hombre, solo imagínatelo: los zapatos embarrados, la cabeza saturada y la fe extraviada. Daba lástima verlo, bueno, también daba risa, y es que el sentir lástima por alguien y el que te provoque risa el ver su miseria son parientes, algo así como primos lejanos. En fin, la jornada terminó y el regresó a su casa cuidando mucho donde pisaba (ahogado el niño...). Llegó a su edificio, luchó como siempre con la cerradura hasta que ésta pidió tregua, subió los 38 escalones que llevaban al segundo piso, caminó los 8 metros de pasillo hasta su puerta y entró a su departamento. Se quitó los zapatos en chinga para no manchar la alfombra con lo que pudiera quedar de caca, fue hasta la sala y prendió la tele en cualquier canal. Fue a la cocina para sacar una cerveza cuando de repente escuchó en la tele una noticia; tiroteo en universidad gringa, saldo: 33 muertos entre ellos el homicida.
Y ahí fue cuando lo entendió todo, en medio de su departamento le cayó el veinte. Su fe no se había escapado, se había suicidado.