3.3.09

¿Tú crees?


Estoy cansado de que la gente me confunda con el primo de un amigo. Siempre es lo mismo, llegan se acercan y me dicen perdón lo confundí con alguien. ¡No mames! ¿Qué acaso todos los pendejos nos parecemos? ¿O es que en el cielo se les acabaron las caras y nos empezaron a poner las mismas? ¿Acaso los cuerpos los hacen por lotes? "Tráete otros pinche lote de cuerpos B-351 que ya se terminaron los R-241!!". A veces creo que Dios se cansó de jugar a los dados y ya estandarizó el proceso. Un puto McDonalds de la creación. El otro día pasó algo muy raro y es que aunque ya me acostumbré a que me confundan con cualquier hijo de vecino es la primera vez que me confunden conmigo mismo.

Iba yo caminando por la universidad (ya sé soy un fósil, ¿pero qué universidad que se digne de serlo no tiene unos cuantos matriculados?) cuando me encontré a una chica de muy buen ver (y me imaginó que de mejor tocar y sabrosear) que se me quedó mirando un poco perpleja y algo anonada. Luego luego pensé otra pendeja que me confunde con algún amigo pero mayor fue mi sorpresa cuando en lugar de decir el ya conocido; "Perdón pero es que te confundí" se quedó fija en el suelo y con la mirada clavada en mí. La verdad es que por un momento creí que la había impactado con mi porte y mi mirada (No te enamores que voy de paso mujer) pero sé muy bien que eso nunca pasa. Ya estaba a punto de decirle que me dejara de ver cuando se dió la vuelta mientras decía "no, no, no que pendeja soy". La verdad es que me ganó la curiosidad y la alcance para preguntarle cual era su problema. Cuando estaba a dos pasos de alcanzarla volteó de sorpresa y como no esperaba verme tan cerca puso una cara de esas que a mí me dan tanta risa. Lo bueno es que alcancé a ahogar la carcajada (siempre me imagino a alguien metiendo a un payaso en un barril de agua cuando oigo esa frase) y logre no ofenderla. Otra vez se me quedó viendo mientras negaba en la cabeza y me dijo: "Perdón es que te confundí con mi novio". Yo pensé "ya salió el peine, otra vez lo mismo". Y nomás para hacer platica le pregunté "¿cómo se llama tu novio?" a lo que contestó "Luis Alberto". Me quedé sorprendido de que alguien que comparte mis señas particulares también compartiera mis nombres de pila. Le comenté que era muy chistoso que me confundiera con alguien que se llama igual a mí y ella me dijo "si, pero con los apellidos que tiene el pobre...", "¿Qué? ¿Son muy raros?", "Pues sí algo...", "¿Ah si? cómo se llama entonces?", "Luis Alberto Niño Ladrón de Guevara Espinosa de los Monteros". Ahí fue cuando se me cayó la boca de la impresión porque una cosa es que uno comparta la cara y los nombres de pila con un cabrón desconocido y otra muy distinta que también le hayan pirateado los apellidos (de rete-harto abolengo por cierto) así como si tal cosa. "Yo también me llamo igual", le dije un tanto molesto por el robo de personalidad. "Orale que raro ¿no?", "Sí bastante raro" contesté ahora un poco más preocupado que molesto. No sé si seguí preguntandole por curiosidad o por miedo pero lo hice. "¿Y a qué se dedica tu novio", "Es contador en una fábrica de pañales, trabaja ahí y estudia aquí. Todo al mismo tiempo, el pobrecito se mata para poder mantenerse y salir adelante, ¿tú crees?. Ay perdona que te hable de tú, pero es que se parecen tanto...". La neta es que nos parecíamos más de lo que me hubiera gustado y eso ya empezaba a preocuparme de más, yo también trabajo de contador en un fábrica de pañales y también me mato para poderme pagar los estudios y salir adelante. Yo ya no quería saber nada pero ella seguía hablando sin parar como si nos conociéramos de tiempo atrás. "Y fíjate que al pobrecito se le murieron los papás cuando apenas tenía ocho años, se desbarrancaron cuando iban regresando del cumpleaños de su abuelita en Guadalajara y hasta la abuelita se murió de un infarto cuando se enteró lo que les había pasado. ¿tú crees?". No pues yo ya no creía nada, busqué rápidamente para ver si no encontraba una cámara escondida o alguien que saliera y me dijera que estaba en uno de esos estúpidos programas de bromas. Mientras ella seguía con ese monólogo que ya me parecía estresante. "Uy y ni te cuento, cuando lo mandaron a vivir con sus tíos a Pachuca que se entera que tenía una hermana mayor pero que se había ido cuando él era muy chico y andaba de puta en los bules de Veracruz, el pobrecito... ¿tú crees?" En ese momento se me atragantó la saliva que ya tanto trabajo me costaba pasar de lo seca que tenía la boca. Mis ganas de salir corriendo eran demasiadas pero algo había en su voz que no me dejaba ir, o tal vez era la urgetne necesidad de enterarme hasta donde llegaban los parecidos. "Nombre y fíjate que el muy pobrecito había heredado un chorro de dinero de su abuelita y los muy desgraciados de sus tíos le dieron baje con toda la lana, ¿tú crees?". Yo ya no soportaba las ganas de gritarle que no le creía nada, que por favor dejara de meterse con mi vida y que me dejara en paz pero ella no paraba de parlotear y contarme mi vida como si le perteneciera a otro. "Y para acabarla de chingar el pobrecito cumple años el 29 de Febrero, ¿tú cr...?". Ahí fue cuando no aguante más y la dejé con la frase a medio decir mientras yo salía corriendo como desesperado y sin parar de gritar.

Llevo ya un mes buscando al hijo de la chingada que se parece tanto a mí para matarlo. Estoy obsesionado. Ayer agarré a balazos al espejo del baño porque creí que ese cabrón me espiaba por una ventana. Estoy decidido. Si no logro encontrarlo me voy a pegar un tiro para ver si por lo menos el muy puto también se muere.




Ya desconfío hasta de mi sombra, ¿tú crees?...

1 comentario:

Fragua dijo...

Tengo un cuate argentino que se llama Jorge Luis que de pronto lo atormentaban estas cuestiones de identidades duplicadas y doppälgangers afines. , ¿tu crees?

Al pobre un día le dieron una confundida pero cuando un presidente mexicano con poco seso le cambió el nombre por José Luis.

Ya mejor ni le sigo que se debe estar retorciendo en su tumba otra vez mi pobre cuate.