20.12.08

Desesperación

Desesperación, tristeza, coraje, depresión, soledad, angustia, miedo, enajenación, desprendimiento, ira, llanto, odio, desazón, abandono son algunas de las palabras que pudieran explicar como me siento, desgraciadamente ninguna de ellas lo logra. Estos últimos días me he dado cuenta que soy un ser humano detestable. No sirvo para nada. Me he rodeado de mi mierda y ya no puedo salir de ella. Ni siquiera tengo el valor para brincar al precipicio. Quisiera encontrar una luz que me guiara a otro lugar. Encontrar algo que realmente se convierta en una razón para hacer las cosas bien. No es tu ausencia la que me mata. Lo que me mata es darme cuenta de que sin tu presencia en mi vida no hay nada que me permita ser, estar. Es deprimente darse cuenta que la vida no es más que una colección de momentos y costumbres, que las amistades se convierten en una costumbre que hace mas llevadea la existencia. Reniego de mi mismo mietras escribo esas palabras. No tengo el valor para seguir con esta vida así como tampoco tengo el valor para acabar con ella. Sé que este momento pasará y que tal vez algún día pueda combatir a mis demonios. Me espanta pensar que siempre necesito de alguien para poder lidiar conmigo mismo. Ayer, estando borracho, escribí en el espejo de mi habitación: "Nadie te odia más que tu mismo". Que triste es saberlo. Quisiera escaparme a un lugar donde nadie me conozca y poder empezar desde cero, escaparme y dejar que todos piensen que he muerto. Pero hay algo de lo que no podría escapar; de mí mismo. Estoy cansado. Quisiera dormir y jamás despertar, que el mañana se convirtiera en nunca jamás. Durante los veintiséis años de mi vida he vivido como alguien que no soy. Todo es una mentira.
No te culpo por no no querer estar conmigo cuando soy yo el que no puede lidiar consigo mismo. Hoy, desde lo más obscuro de mi alma me despido.

Me voy a otra parte.